Entre el recorrido y la experiencia

 

Entre el recorrido y la experiencia - Michela Calcaterra

Por Michela Calacaterra

| Practicante del Psicoanálisis. Miembro de Colegio Estudios Analíticos






| Leyendo un libro de R. Piglia El último lector (2005) me encontré con una frase que me permitió pensar algunas cuestiones del psicoanálisis. Aquí la frase: “hay que saber leer entre líneas para encontrar el camino” (p. 14). 
En primer lugar, me recordó algo en lo que Gabriel Levy insistió mucho: “Aprehender es someterse a la experiencia del recorrido” (2020, p. 2). En aquella reunión1 expresó que se orientaba por esta afirmación de Heidegger y nos incitó a que cada uno hiciera su propia experiencia a partir de un recorrido de lectura, de investigación. Al hablar sobre “el camino” la frase de Piglia me condujo hasta esa invitación. Allí ya vemos anudados dos términos que aparecen en la cita del comienzo: el camino o recorrido no es sin el acto de leer, la lectura. 
También aparece el término “saber”, que como sabemos, tiene su lugar en el campo del psicoanálisis. En primera instancia, el saber en psicoanálisis nos lleva al saber que está ligado al inconciente, descubrimiento freudiano por excelencia. Este saber, contiene en sí mismo una paradoja, es un saber no sabido que se encuentra en los sueños, chistes, lapsus. Allí fue donde Freud fijó su atención, en estas manifestaciones que el saber construido hasta ese momento había dejado de lado. Podríamos decir, los residuos de la ciencia de su época. 
Sin embargo, y en consonancia con lo planteado, me interesa tomar el saber por la vertiente del quehacer del analista. En este punto, me refiero a lo que se conoce como técnica en psicoanálisis. 
Expresé que se encuentra en consonancia porque la técnica que encontramos en el psicoanálisis se deriva de aquella práctica poco usual en la que se trabaja con el material de los sueños, chistes, es decir, con lo que relata el analizante. 
En los escritos técnicos de Freud hallamos algunas indicaciones que permiten orientarnos. En el texto, Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico (1912) Freud escribe algo que me parece importante destacar. Luego de expresar que las reglas técnicas que va a desarrollar en este escrito se derivan de su experiencia plantea: 

"...estoy obligado a decir expresamente que esta técnica ha resultado la única adecuada para mi individualidad; no me atrevo a poner en entredicho que una personalidad médica de muy diversa constitución pueda ser esforzada a preferir otra actitud frente a los enfermos y a las tareas por solucionar." (Freud, 2017, p. 111).

De los comienzos de este texto, y de esta cita en particular, se puede subrayar en principio, que lo que en psicoanálisis se entiende por técnica nunca va separado de la práctica de cada analista. Es decir, sólo es posible articular o decir algo acerca de técnica pasando por la experiencia, y como sabemos, cada experiencia es singular, podríamos decir que la posición de cada analista también lo es. 
Lo que vengo planteando es posible leerlo en la última parte de la cita, en la que Freud destaca que eso le funcionó a él. En este punto es un trabajo de cada uno —a través de la experiencia y de un recorrido de lectura— formarse una idea sobre la técnica en psicoanálisis.
Otras cosa que me interesa subrayar de los escritos técnicos, es un fragmento de la introducción que escribe Strachey en la edición castellana de Amorrortu Editores: “la comparativa exigüidad de los escritos de Freud sobre técnica, así como sus vacilaciones y demoras en torno de los que produjo, sugieren que existía en él cierta renuencia a dar a publicidad esta clase de material” (Strachey, 2017, p. 81). Entre las razones que movían a Freud a tomar esta posición se encuentra que el psicoanálisis o el quehacer del analista resiste “a la fijación mecánica de una regla” (Strachey, 2017, p. 81). 
Entonces, si es que podemos hablar de técnica en psicoanálisis, ésta no se presenta ni como una generalidad, ni como un manual que nos orientaría sobre qué hacer en cada situación, sino que lo que podemos decir sobre técnica, y voy a ser reiterativa, es simplemente el pasaje por la experiencia, en primer lugar la experiencia propia del análisis, lo que ha ocurrido allí.
En este punto puede pensarse que la práctica y la técnica en psicoanálisis no son calculables, si entendemos por cálculo algo pensado a priori. Sabemos que el “entre” —otro término que aparece en la frase de Piglia— es una dimensión fundamental: el análisis o el trabajo analítico se despliega entre lo dicho y el decir siguiente, esto es, en lo que hace cadena. Es por esta particularidad que los efectos son, siempre, a posteriori y que lleva un cierto tiempo que se establezca el análisis propiamente dicho. 
Al final de este texto, se puede desprender que mi lectura por los escritos técnicos se ha centrado en la experiencia, lo que el paso por ella deja. La encontramos no sólo en un recorrido de lectura que luego posibilita la escritura, sino también en el recorrido de un análisis. 




Notas:
1 Curso anual 2020. La función instrumental del analista. En torno a la clínica lacaniana. Séptimo encuentro, 17 de Octubre.


Bibliografía: 
Freud, S, (2017). Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico. En Obras completas. Argentina: Amorrortu Editores.
Piglia, R, (2005) El último lector. Argentina. Debolsillo.
Strachey, J. (2017). Introducción a los trabajos sobre técnica psicoanalítica. En Obras completas. Argentina: Amorrortu Editores.

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