El secreto

Por Ana Laura Bastianello
Practicante del Psicoanálisis. Miembro de Colegio Estudios Analíticos








En el hilo de textos que componen la última publicación de ABC la cultura del psicoanálisis[1] los lectores contorneamos lo que desde la introducción María del Rosario Ramírez anuncia, nada más y nada menos, como la marca que organiza la vida de un sujeto. Esa huella que en cualquier caso dice de un encuentro sorpresivo, incalculable, extraño, inolvidable; en mayor o menor grado, inadmisible. 

Como llevados de la mano, nos deslizamos a través del exceso, exceso que precisamente nombra una dimensión estructural del ser hablante. Un exceso de excitación que deja marca en el cuerpo y que actúa como acontecimiento fundador, acontecimiento inaugural. 

Marca, exceso, cuerpo, son algunos de los términos que irán entretejiéndose a lo largo del viaje que propone este tan logrado número de la revista ABC. El itinerario es variado, surcado de referencias a Sade, Kant, Deleuze, Sollers, Horkheimer, Kojève, Joyce, Borges, Piglia, Queneau, entre otros. Se desprenden articulaciones originales, modos de decir que atraen por su novedad.

En ese contexto, Gabriel Levy hace alusión a lo que podría ser la “perogrullada psicoanalítica”, una ocurrente vía para poner bajo sospecha las formas vacías que suelen abundar, repitiéndose hasta el hastío, sin aportar cosa ninguna. De ahí a hablar “en jerga”, la frontera se hace difusa, el filo se vuelve minúsculo… y el discurso, inevitablemente, acaba en una desvitalización. Contra esa corriente, su escrito recala en el secreto, palabra que en sí misma funciona como un llamado a la curiosidad. ¿Quién no gusta del secreto? Así lo entendieron magníficamente los inventores del género del suspenso y el misterio, en la literatura, en el cine… El secreto es algo que se quiere saber, maravilloso truco que lanza el movimiento. 

Dejándose guiar por Piglia, Levy trae a Hitchcock, un maestro en ese arte, que nos declara “adictos al suspenso”. Luego a Borges, quien reconoce la equivalencia del secreto con la sexualidad humana, “la humanidad hace del sexo un secreto, un secreto de todos. (…) Un secreto que todos practican y, sin embargo, sigue siendo un secreto lo que ocurre entre los sexos y, a su vez, un secreto para cada uno” (Levy, p.125). En su breve cuento titulado “La secta del Fénix”, Borges lo expresa así: “No hay palabras decentes para nombrarlo, pero se entiende que todas las palabras lo nombran o, mejor dicho, que inevitablemente lo aluden”.
 
Exceso: Variaciones sobre el síntoma parte de esa extraña marca fundacional, organizadora de la vida de un sujeto. Avanza rodeándola. Serpentea entre discursos que pretenden excluir su omnipotencia en un ideal tramado en la lógica del superyó. Muestra el empalme del cuerpo con las palabras. Lleva la discusión a los tiempos modernos, desde el ocaso del padre como pilar de la familia al problema de los síntomas contemporáneos, donde toma lugar la fenomenología de “los excesos” en su amplia variedad −adicciones, bulimia, anorexia, etc.−. Abre el interrogante de cómo reducir ese exceso en posiciones discursivas que no suponen que el sujeto espere, de lo que dice, algún enigma a descifrar. Aborda “el gran secreto del psicoanálisis”, cuyo saber permanece en suspenso, a la espera de un nuevo decir… que algo cese de no escribirse. En ese interesante arco, el despliegue del análisis. Así dice el autor de “Interpretación y narración”:

[Lectura de la revista ABC la cultura del Psicoanálisis N°5]:
"La vida es extraña al sujeto. Es esa extrañeza relativa a su vida lo que lleva a que alguien tenga necesidad de narrar, para el caso, de analizarse, con la condición de considerar que su existencia merece ser narrada. (…) Un análisis, tratándose de un relato hablado, se escribe a medida que transcurre (…), siempre en tiempo presente, que indica que hasta ahí aún no estaba dicho, es inédito." (G. Levy, p.127)

Al respecto, dos ingeniosas metáforas: Piglia, refiriendo a la ficción (la narración) como un “desacomodar lo cotidiano” y Hitchcock, explicando por qué vamos al cine: “necesitamos estas ‛sacudidas’; de lo contrario, nos volvemos indolentes y gelatinosos”. Sean ustedes invitados a esta travesía.





Notas
1 Ejemplar N°5, publicado en agosto de 2021 bajo el título Exceso: Variaciones sobre el síntoma. Buenos Aires, ediciones RSI. 

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