El psicoanálisis, un arte vivo

 

El psicoanálisis, un arte vivo

Por Daniela De Laurentiis

| Practicante del Psicoanálisis. Miembro de Colegio Estudios Analíticos






| Al iniciarme en la práctica y formación en psicoanálisis, me encuentro muchas veces en la difícil situación de tener que explicar qué es el psicoanálisis o qué es un análisis, especialmente cuando es una consulta dirigida por alguien que no está familiarizado con ese discurso. En una época en donde se fomentan diversos tipos de terapias y tratamientos, es necesario poder responder esta pregunta para marcar una diferencia y delimitar lo que es del campo del psicoanálisis y lo que es de otros campos, aspecto que me resuena del Curso de Verano Lacan y la Psicología dictado en Colegio Estudios Analíticos1.

Para dar una primera tentativa de respuesta a esta pregunta me apoyaré en la literatura, un arte que mantiene un vínculo estrecho con el psicoanálisis y de la cual soy aficionada. En Formas Breves2 , una lectura recomendada por María del Rosario Ramírez, Piglia señala la relación ambigua que mantiene el psicoanálisis con la literatura. Por un lado, es conflictiva y tensa, por otro, se utilizan mutuamente. Destaca el carácter de atracción que genera el psicoanálisis para la cultura. Cito: “El psicoanálisis construye un relato secreto, una trama invisible y hermética, hecha de pasiones y creencias, que modela la experiencia.” (p.60)

En la misma línea, Gabriel Levy en el curso Interpretación y Narración3  (2020) nos introduce en la idea de que el análisis es un relato:

“Bueno, un análisis ¿acaso no es una narración que se desarrolla en tantos capítulos como sesiones podemos contar? No es acaso, me refiero al análisis, una historia, dentro por sí de otra historia que es la vida de cada uno, solo que después de pasar por un análisis, el sujeto no es el mismo que al comienzo, entra uno y sale otro. Es la historia de un análisis. Es un relato muy particular. Uno olvida que es un relato, pero lo es”. 

A su vez, Levy desarrolla la similitud entre la literatura y el psicoanálisis: lo escrito. Sin embargo, plantea una diferencia vinculada con el tiempo ya que en un libro la historia se encuentra escrita, editada, mientras que en un análisis se edita en el momento en que se dice, se va escribiendo sesión a sesión. Es algo inédito.

Prosiguiendo con Piglia, explica que la relación entre literatura y psicoanálisis es tensa y conflictiva porque “…los escritores han sentido siempre que el psicoanálisis hablaba de algo que ellos ya conocían y sobre lo cual era mejor mantenerse callado” (p.57). También menciona que los escritores lo mantendrían preservado y oculto. Sin embargo, encuentro que justamente la literatura nos acerca a esta “zona oscura” de la que habla Piglia, y si el psicoanálisis atrae a la cultura es porque también se siente atraído por aquellos aspectos de la literatura que esbozan la sensibilidad del artista para plasmar y compartir sus pensamientos más íntimos. ¿Acaso Freud no se sintió altamente atraído por varios poetas, escritores, pintores, entre otros? “…siempre nos intrigó poderosamente averiguar de dónde esa maravillosa personalidad, el poeta, toma sus materiales y cómo logra conmovernos con ellos, provocar en nosotros unas excitaciones de las que quizá ni siquiera nos creíamos capaces.”4 

Asimismo, Lacan también ha mencionado diversos representantes de la cultura a lo largo de su obra. Por ejemplo, no se puede ignorar el trabajo que ha realizado en torno a James Joyce y la importancia que dicho desarrollo mantiene para el Psicoanálisis. En este caso, tomaré a Marcel Proust, otro autor que ha sido de interés para el psicoanalista francés y que nombra en algunas oportunidades a lo largo de su enseñanza.
 
En busca del tiempo perdido es una novela dividida en 7 tomos que relata la historia del protagonista en una sociedad de la clase alta parisina, a comienzos del Siglo XX. En la novela, el joven busca a través de sus recuerdos recuperar en el presente aquel tiempo perdido de felicidad, lo que lo lleva a construir un relato de su vida con sus diferentes vericuetos. La historia trata diversos tópicos sumamente interesantes para realizar varias apreciaciones y donde puede observarse el desarrollo y construcción del personaje creado por Proust, a través del cual se considera que ilustra un material autobiográfico. Simplemente quisiera destacar la vinculación que puedo precisar entre el trabajo del artista con el trabajo de un análisis:

“Este trabajo del artista, tratar de buscar algo diferente bajo la materia, bajo la experiencia, bajo las palabras, es el trabajo inverso de aquel que, cuando vivimos de espaldas a nosotros mismos, realizan en nosotros el amor propio, la pasión, la inteligencia y la costumbre, cuando acumulan por encima de nuestras verdaderas impresiones, para ocultárnoslas por completo, las nomenclaturas, los fines prácticos que llamamos falsamente la vida. En suma, ese arte tan complicado es el único arte vivo.”5

¿Acaso no podemos percibir en esta frase, la sensibilidad del escritor para acercarnos a aquello que el trabajo de un análisis podría realizar? Parafraseando a Piglia, un lugar extraordinario en donde el sujeto se corre de su experiencia cotidiana, un lugar en donde el relato se va construyendo en un tiempo. Pienso entonces que en un análisis el analizante debe estar dispuesto a no dar la espalda a sí mismo y construir en los encuentros su relato particular, en el mejor de los casos. Entonces, si el análisis es algo inédito, que no se termina de escribir, que no se termina de decir… está vivo. 
Y, en definitiva, ese arte tan complicado del psicoanálisis es un arte vivo.



1 Curso de Verano. Lacan y la psicología. Febrero 2021. Ediciones Colegio Estudios analíticos.
2 Piglia, R. (2014) Formas breves. Penguin Random House Grupo Editorial.
3 Levy, G (2020) Curso breve. Interpretación y narración. Primera reunión. Desgrabación de Colegio Estudios Analíticos.
4 Freud, S. (2012) El creador literario y el fantaseo. En Obras Completas tomo IX. Amorrortu (1908 [1907])
5 Proust, M (2010) En busca del tiempo perdido. VII: El tiempo recuperado. (p.249) Buenos Aires: Losada. (1913-1927) 

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