Un esfuerzo por metaforizar
Por Ada Fernández
Psicoanalista miembro de Colegio Estudios Analíticos
A la par que se sucedían vertiginosamente
los últimos acontecimientos, aparición de la enfermedad generada por el virus,
declaración de pandemia, distanciamiento social, aislamiento, me encontré en
los Medios con distintas opiniones en el intento por explicar lo que se
comprendía poco o nada. Así y desde distintos campos discursivos hablaron
científicos, políticos, economistas, psicoanalistas, filósofos y religiosos,
entre otros.
El 10 de Abril Silvia Friera publica en
Página 12 La cuarentena de los escritores , una nota donde recaba el
testimonio de algunos escritores que hablan acerca de lo que les está pasando,
del aislamiento y su diferencia con el estado de soledad y el encierro, de
ansiedad, desconcierto y estado de alerta que desconcentran, de estar “ en pausa" o de cómo hacer
más productivo el momento.
Dice Enrique Vila-Matas “ El aislamiento
y el silencio serían condiciones ideales para la creación, pero hay pasiones
como la escritura y la lectura que no pueden darle la espalda a un mundo que
está estremecido por el avance vertiginoso del Covid-19" “…el encierro al
igual que la pandemia es el redescubrimiento de que uno no es una isla, de que
no es verdad que podamos relacionarnos solo por internet y que tenemos
necesidad del otro". Nos interroga acerca del estado de los vínculos
sociales y de la particularidad que tendrán una vez pasado éste tiempo.
Sergio Chejfec dice que le atrae el futuro
con angustia y misterio “ Rápidamente se han evaporado los hábitos sociales
y públicos, parecen pertenecer a otra
vida" Se pregunta “Que escritura es la pertinente para esta
floreciente configuración mental colectiva, rápidamente adaptada a un régimen
de acciones lentas y cuerpos distanciados“
La vida de William Shakespeare también
estuvo signada por la peste, nació en el apogeo del primer brote isabelino en
1563 en Stratford donde la enfermedad se llevó a gran parte de su población. Unas
décadas más tarde se muda a Londres. A principios del 1600 cuando aparece la
peste bubónica Shakespeare ya era un actor profesional, dramaturgo y accionista
de una empresa teatral. Los teatros fueron cerrados y las opciones fueron
recorrer las provincias donde no había
llegado la peste o escribir. Su teatro El Globo sería destruido por las llamas
años más tarde. Dicen sus biógrafos que después de ese terrible brote, en las
obras que escribió abundan las metáforas de la enfermedad. Escribió 3 de sus
tragedias cumbres: El rey Lear cuyo tema es la ingratitud, la vejez y la
locura, presentada en 1606 el mismo año que la historia de la relación Antonio
y Cleopatra y Macbeth, las andanzas del general escocés.
En estos tiempos es su esposa Lady Macbeth la que es recordada por
lavarse las manos constantemente.
Al finalizar la primera guerra mundial
millones de personas habían muerto, el
mundo estaba agotado y apareció un nuevo horror, la gripe española en 1918. En
Austria Egon Schiele pintó a una de esas víctimas, a su amigo Gustav klimt,
perdió a su esposa y a su hijo y los retrató en una pintura “La familia"
que nunca terminó porque también él murió.
Edvard Munch en 1919 pinta su “Autorretrato
con gripe española” donde se muestra
enfermo, sobrevivió y continuó creando su enorme obra.
Isaac Newton durante su aislamiento por la
peste de 1665 se orientó en la teoría de la gravedad, escribió acerca del
cálculo y sobre óptica mientras jugaba
con prismas en su habitación. Experimentó su Annus Mirabilis, su año de
los milagros o de las maravillas.
Sigmund Freud escribió en 1915, año signado
por la guerra, La transitoriedad y Duelo y melancolía. Se refiere
al problema de las pérdidas y define al duelo como la reacción ante la pérdida
de un objeto o de una abstracción que hace las veces de él. Lo caracteriza como
una desazón profundamente dolida, cancelación del interés por el mundo
exterior, pérdida de la capacidad de
amar e inhibición de toda productividad. Si bien no es un estado patológico su
elaboración lleva tiempo y trabajo. La realidad muestra que ese objeto ya no
está y es necesario quitar toda la libido de los enlaces con él. Dice Freud que
en el duelo el mundo se ha hecho pobre y vacío y se trata de simbolizar esa
pérdida. Un agujero en la existencia que requiere de un esfuerzo de
sublimación.
Germán García en Macedonio Fernández. La
escritura en objeto plantea que la escritura debe producir un objeto. Que cuando
la palabra se produce como escritura,
como fundamento y huella un cierto objeto se va construyendo.
Para concluir cito a María del Rosario
Ramírez en la apertura de actividades 2020 de Colegio Estudios Analíticos. “El psicoanálisis es nuestra República de
las letras".